La discrepancia, la confrontación dialéctica, la oposición pacífica a los planteamientos de un partido político -siempre dentro de la legalidad- tienen cabida en una sociedad sana y crítica.
No obstante, todo tiene un límite. Cuando se vulnera reiteradamente el derecho a la libertad de expresión de una organización minoritaria, y tras las palabras -más o menos acertadas- los opositores pasan a emprender acciones ilegales, hay un momento en el que las autoridades deben decir basta.
La marcha legal convocada por nuestro partido en Badajoz el pasado 1 de noviembre lleva desarrollándose sin altercados ni incidentes durante 5 años. Contaba con el permiso de la Delegación del Gobierno. Se trataba de un homenaje a un pensador español, Ramiro Ledesma, asesinado en los primeros compases de la guerra civil.
El silencio de los años anteriores ha dado paso este año a un linchamiento mediático por parte de la izquierda y la extrema izquierda extremeña durante los días previos al acto. Se nos acusa de exaltar la guerra civil o el levantamiento militar, algo que es totalmente falso. Se informa erróneamente de que Ramiro es fundador de Falange y se le califica de "ideólogo del franquismo". ¡Pero cómo va a ser ideólogo de un régimen que no llegó a conocer! Ramiro Ledesma murió en octubre de 1936 asesinado por milicianos comunistas el mismo día que otro Ramiro, Ramiro de Maeztu. Meses antes, Ledesma había pronosticado: "Si ganan las izquierdas tengo un noventa y nueve por ciento de posibilidades de que me vuelen la cabeza; si ganan las derechas, tendré que marcharme de España para vivir con dignidad."
Con acusaciones todavía más graves, acusándonos de fomentar la "extrema violencia" y toda una suerte de "ismos" (racismo, sexismo, imperialismo, militarismo) más de 30 asociaciones firman un comunicado solicitando prohibir nuestra marcha. La adornan con mentiras, adjudicándonos incidentes que jamás hemos provocado.
Una marcha legal, convocada por un partido legal que respeta la ley punto por punto. Resulta curioso observar que entre los firmantes hay grupúsculos alegales de extrema izquierda (Juventud Marxista Leninista de Badajoz) que ese mismo día convocan la charla de un abogado defensor de varios miembros del GRAPO en una nave del polígono El Nevero. Junto a ellos, estampan su firma Podemos, IU, PSOE, PCE, CNT, organismos públicos, asociaciones de estudiantes, feministas, sindicatos... un extraño batiburrillo "frentepopulista" que intenta -sin éxito- conculcar nuestro derecho a la libertad de expresión.
Tras el silencio de las Fuerzas de Seguridad y la Delegación del Gobierno, que no barajan siquiera la posibilidad de prohibir el acto ya que cumple con la legalidad vigente, los firmantes-intolerantes del comunicado pasan a la acción y convocan una "concentración antifascista" totalmente ilegal en el mismo lugar de nuestro homenaje. Las amenazas a nuestra integridad física por internet y las redes sociales son constantes.
Llega el día. Cerca de cincuenta militantes y amigos del MSR celebran el homenaje. 30 vecinos se acercan a la Alcazaba para escucharnos. Y unas 40 personas extremistas se concentran para -en sus propias palabras- reventar el acto legal. 40 personas convocadas por 30 colectivos. Una cifra que nos hace pensar que muchos de ellos son colectivos fantasma o unipersonales.
Pese a los controles policiales, una quincena de estos jóvenes llega a las inmediaciones del lugar en el que acabábamos de concluir el acto tras un minuto de silencio por todos los españoles asesinados en aquella guerra entre hermanos que causó heridas aún hoy dolorosas. Sí, reiteramos: por todos los españoles, no por la mitad. Los energúmenos tiran dos piedras; los vecinos congregados en la Alcazaba abuchean a los alborotadores, que son dispersados rápidamente por la policía sin emplear la fuerza, sólo con medidas disuasorias.
Por nuestra parte, actitud serena y ejemplar, como puede certificar el Cuerpo Nacional de Policía.
Que ahora Izquierda Unida pida la dimisión del Delegado del Gobierno por una carga que sus propios militantes provocaron, convocando y participando en una concentración ilegal, es absolutamente surrealista.
Intentan boicotear un acto legal por medio de injurias, calumnias y amenazas. Al no conseguirlo, pasan a la acción e intentan agredir a nuestros manifestantes. Y como broche de oro denuncian la labor de la policía, que simplemente garantizó el derecho a reunión de los convocantes.
Aún esperamos notas de prensa de esos 30 colectivos que firmaron el manifiesto "contra el fascismo" criticando la violencia de los manifestantes ilegales y admitiendo nuestro civismo y saber estar. Pero sabemos muy bien que no llegará.
La hipocresía y cinismo de la extrema izquierda les pasará factura; el pueblo no es tonto. Todo tiene un límite.
Francisco Calderón, delegado del MSR en Extremadura
A ver caris, como os lo explico? Vosotras eráis 30, nosotras éramos doscientas. Cuando conseguimos entrar en el recinto nos recibisteis con bengalas (qué pensabais hacer? ) a lo que la policía (papis de algunos de vosotros) nos dieron de hostias por defender el fascismo en España. Tras esto, estas mismas 30 organizaciones y muchas más estatales os hemos condenado con el total apoyo de la población, quizá es que sois unos mierdecillas y no representáis a nadie, no?
ResponderEliminar